Por Gerardo Gómez Yillen, Director General de Viajes Marplay
Hola, queridos amigos y lectores,
Hoy quiero hablarles de algo que, aunque parece tradicional, nunca ha perdido su relevancia: el valor de los encuentros cara a cara. Sí, esas reuniones en persona que llenan de energía nuestras agendas y nos llevan a recorrer ciudades, países y continentes.
En un mundo donde la tecnología nos conecta instantáneamente a través de continentes y océanos, puede ser tentador relegar los encuentros personales a un segundo plano. La pandemia global nos obligó a replantear cómo interactuamos profesionalmente, acelerando nuestra dependencia de las comunicaciones digitales. Pero, ¿saben algo? No hay tecnología que pueda reemplazar completamente el calor humano de un apretón de manos, la complicidad de una sonrisa compartida o la confianza que se genera al compartir una mesa. Es crucial recordar el valor inigualable de las interacciones cara a cara en el mundo de los negocios.
Recientemente, tuve el placer de hablar con un muy buen amigo, director de una aerolínea latinoamericana en México, quien compartió una perspectiva que resonó profundamente conmigo: “No todo se resuelve de manera virtual, los viajes de negocios son necesarios”. Estas palabras resumen una verdad fundamental que no debemos olvidar. Detrás de cada email, cada videoconferencia y cada chat, hay un potencial humano esperando ser completamente explorado y entendido en el contexto de una reunión presencial.
La Conexión Humana que Impulsa Negocios
Cuando nos reunimos en persona, no solo compartimos un espacio físico, sino que también intercambiamos sutilezas y matices que la tecnología aún no puede captar completamente. Un apretón de manos firme, el contacto visual directo y el simple acto de caminar juntos hacia una sala de reuniones establecen una conexión que fomenta tanto la confianza como el respeto mutuo. Estos son los cimientos sobre los que se construyen relaciones comerciales duraderas y significativas.
El Valor de los Encuentros en Entornos Neutrales
Viajar para reunirse con clientes o socios en sus propios entornos o en lugares neutrales puede revelar dinámicas y oportunidades que de otra manera podrían permanecer ocultas. Visitar las instalaciones de un socio potencial, por ejemplo, puede proporcionarte una comprensión profunda de su operación, cultura y capacidades. De igual manera, asistir a ferias comerciales y exposiciones internacionales ofrece una plataforma para experimentar la escala de nuevas tendencias e innovaciones, creando oportunidades para la expansión y colaboración.
Fortaleciendo Relaciones a Través del Compromiso Personal
El compromiso personal va más allá de las negociaciones y los acuerdos. Se trata de construir confianza y comprensión, elementos que son esenciales cuando las conversaciones toman rumbos desafiantes. En las reuniones en persona, tenemos la oportunidad de manejar delicadamente las objeciones y, a través del diálogo directo, encontrar caminos hacia soluciones mutuamente beneficiosas que podrían ser más difíciles de alcanzar virtualmente.
Mirando Hacia el Futuro
Mientras planeamos nuestros próximos pasos, pensemos en integrar estratégicamente los viajes de negocios en nuestra agenda. Preguntémonos a qué conferencia podríamos asistir, qué cliente histórico podría beneficiarse de una visita, o qué potencial socio podría estar esperando ese gesto personal que finalmente selle una futura alianza.
Es por eso que invito a todos los líderes, empresarios y profesionales a no subestimar el poder de esas reuniones presenciales. A medida que abrazamos la tecnología, también debemos equilibrar nuestra estrategia con el inestimable arte de las reuniones personales. Porque al final del día, en los negocios, al igual que en la vida, son las conexiones humanas lo que realmente importa y nos mueve hacia adelante.
Nos vemos fuera de la pantalla, en el camino, compartiendo un café, una idea o un proyecto. ¡Sigamos creando esas conexiones que solo se pueden forjar cara a cara!
Un saludo,
Gerardo Gómez Yillen.
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